lunes, 16 de marzo de 2009

CARTA DE ISAAC.

No me eches de menos este lunes santo, cuando el capataz llame, estaré cerca pero no contigo, este año no me uniré a ti, fiel trabajadera , este año otro loco corazón se hermanará contigo, y empujará fuerte “parriba” con el Señor, como ya lo hice yo tantos años.

Hoy mi latido no es tan fuerte como antes, hay ilusiones mas grandes que quieren estar contigo, este lunes santo yo te faltaré trabajadera, pero dile al Señor de la Redención que yo lo amo, con fe, que nunca olvidaré la noche que me acarició la cara con sus manos, aquel 24 de enero, y sonriendo me trajo Lucas y me lo puso en mis brazos para que lo cuidara y amara.

Gracias capataz por permitirme llevar a mi Cristo sobre mi cuello, ahora mi sitio está en otro lugar, sin ilusión no se puede ser costalero, y yo ya la perdí, ahora quiero vivir el Lunes Santo que viví de pequeño, ese lunes santo de antifaz verde, túnica blanca planchada, de caramelos y cirio, ese Lunes Santo que soñaba y anhelaba vivir cada año y que jamás desterraré de mi memoria, pues ese día me sentía feliz y orgulloso de ser el hijo de Antonio, nazareno del último tramo de la Virgen del Rocío.

Ahora me toca a mí acompañar a mi hijo, enseñarle a vivir el Lunes de Rocío juntos, como lo hizo mi padre conmigo. Ahora Lucas y yo compartiremos túnica y cogido de su manita regresaré a mi niñez en aquella infancia de varita y catedral, de puerta de San Miguel, de palio verde bailando en la Alfalfa, de sonrisa de madre, de sillas de enea y Catedral.

No me añores, que mi hueco será cubierto por un costalero con más ilusión, más fuerza, pues yo, siendo joven me sentía viejo bajo tu peso, sabiendo que estaba solo porque ella, Pilar, no estaba a mi lado viviendo momentos emocionantes, que sin ella no tienen fuerza ni razón. Quiero volver a recorrer juntos Odreros, Boteros y la Encarnación, callejeando acompañaremos a Lucas en su aventura de descubrir la semana santa y a Sevilla, seremos profesores de ilusión y amor, llenaremos sus ojos de luz de candelería, sus oídos de Amarguras y Campanilleros, y sentirá el humo del incienso recorrer sus pulmones y mezclarse con su sangre, luego de regreso a casa cogeremos azahares de los naranjos blancos para llevarlos en su bolsillo como mágico tesoro, para entregarlos a su yaya.

Hasta pronto trabajadera, ahora mi sitio está con mi capataz Palomo, hay un sueño que tenemos que cumplir juntos, la Catedral espera a la Señora del Sol, y allí estaremos pronto, y con tres golpes de martillo mandaremos al cielo su palio, para que los que nos contemplan desde el cielo sepan que aun viven en nuestros corazones y que todo nuestros sueños se cumplen por ellos y para ellos.

Este año no caminaremos de costero navegando con el Señor mientras toca nuestra banda, este año no pisaré la rampa ni sentiré la emoción de la salida o la angustia de la entrada, este año trabajadera mía, no te llevaré sobre mis hombros, ya que son solo para mi niño, para subirlos en ellos y que contemple así, desde su atalaya, la cofradía subir por la Cuesta en un inmenso mar de gentes llamado bulla.
Hasta pronto trabajadera, y no te olvides del que fue tu humilde costalero, esos de los que ya quedan pocos.

ISAAC COSTALERO DEL SEÑOR
SEXTA TRABAJADERA

1 comentario:

Anónimo dijo...

Asi se va la gente por derecho y sin que nadie te tenga que señalar es dificil tomar esa desicion que tu has tomado Isaac, pero siempre has demostrado ser un tio con sentimientos de Redencion, quiero que sepas que asi como la Hdad. pierde un costalero al capataz ademas se le va de abajo un amigo aqui me tienes para lo que creas oportuno, y se que El siempre te lo tendra en cuenta. Espero que este Lunes Santo vivas un dia lleno de plenitud. Un abrazo.
Paco Reguera